Dengue: Un pequeño gigante

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Dengue: Un pequeño gigante

By infectoweb / Posted on enero 28, 2025

El dengue, se ha consolidado como una de las mayores amenazas para la salud pública a nivel global, especialmente en regiones tropicales como América Latina. En Colombia, país endémico para este virus, el panorama no es diferente, se enfrenta día a día con desafíos para controlar su propagación debido a la variabilidad climática, la resistencia a los insecticidas y las inequidades sociales. A pesar de los esfuerzos continuos en control vectorial, vacunación y educación comunitaria, el dengue sigue representando una carga para la población y el sistema de salud en Colombia.

Esta enfermedad viral es transmitida por la picadura de mosquitos infectados del género Aedes, en especial el Aedes aegypti, que es el principal vector en América Latina. El virus del dengue tiene cuatro serotipos diferentes (DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4), y la infección puede ser causada por cualquiera de ellos. La exposición a uno de los serotipos confiere inmunidad específica a ese serotipo, pero no previene la infección con los otros. Incluso la infección primaria generalmente se presenta con síntomas leves, pero en infecciones secundarias, especialmente con serotipos diferentes, puede desencadenar formas graves de la enfermedad, como el síndrome de shock por dengue (1).

El dengue se clasifica según la gravedad de los síntomas en tres categorías principales: dengue sin signos de alarma, con signos de alarma y dengue grave. Esta es la forma más severa, caracterizada por hemorragias, alteración intravascular, disminución de la presión arterial (shock), y daño orgánico múltiple. Es una emergencia médica que puede ser fatal si no se trata de manera adecuada y oportuna (1).

El dengue grave se asocia con una mayor mortalidad, especialmente en pacientes no inmunizados o aquellos con infecciones secundarias con un serotipo diferente. La gravedad de la enfermedad y la posibilidad de complicaciones aumentan cuando la infección ocurre en individuos que no han sido previamente expuestos al virus o cuando las medidas de control no se implementan adecuadamente (2).

La situación epidemiológica en Colombia para el año 2025 según el Sistema de Vigilancia en Salud Pública de Colombia (SIVIGILA), en la primera semana epidemiológica de 2025, se notificaron 3.015 casos de dengue, una cifra que destaca la continua amenaza que representa esta enfermedad para la salud pública (Ministerio de Salud, 2025). De estos casos, un 63,7% correspondieron a formas leves de la enfermedad, mientras que un 35,5% presentó signos de alarma, y un 0,8% de los casos fue clasificado como dengue grave.

Estos datos generan alerta de sobrecarga significativa para el sistemas de salud, que debe hacer frente a un número elevado de pacientes, superando incluso lo estimado para semana epidemiológica (2), con respecto a la distribución geográfica, las principales zonas afectadas en Colombia han sido Cartagena, Tolima, Antioquia, Barranquilla y Valle del Cauca, que concentran el 69,9% de los casos nacionales.

Haciendo referencia al histórico sobre dengue en Colombia, la incidencia acumulada de dengue en 2024 fue de 465,9 casos por cada 100.000 habitantes, con una notable incidencia en niños de 5 a 14 años (3), lo que refleja un patrón epidemiológico que

destaca a los menores como un grupo vulnerable. En 2024, este grupo etario representó más del 50% de los casos de dengue, lo que subraya la necesidad urgente de priorizar la vacunación y las medidas preventivas dirigidas a la población infantil (4).

Uno de los factores más relevantes en la propagación del dengue es el cambio climático, que afecta la proliferación del mosquito Aedes aegypti. El aumento de las temperaturas y las precipitaciones ha creado condiciones más favorables para la reproducción de los mosquitos en muchas áreas de Colombia, lo que se ha traducido en un incremento de los brotes epidémicos (5). Estudios recientes han demostrado que el cambio climático puede modificar la distribución de los vectores y prolongar las temporadas de transmisión del virus, lo que aumenta la probabilidad de nuevas infecciones (6). Además, el fenómeno del Niño, que incrementa las temperaturas y reduce las lluvias, también juega un papel crucial en la dinámica de transmisión de la enfermedad (7).

Adicional a esto los patrones migratorios, entre ciudades e incluso a otros países, también ha contribuido a la propagación del dengue en Colombia. La migración interna de poblaciones desplazadas por el conflicto armado y la llegada de extranjeros han alterado la distribución del virus, introduciendo nuevos factores a tener en cuenta y aumentando la susceptibilidad de las poblaciones receptoras. Estos movimientos de población generan focos de transmisión en regiones que previamente habían estado menos afectadas, complicando la respuesta de los sistemas de salud.

Por otro lado, la resistencia de Aedes aegypti a los insecticidas sigue siendo uno de los mayores desafíos para el control del dengue. Aunque las fumigaciones son una herramienta común, su efectividad se ha visto reducida debido a la capacidad de los mosquitos para desarrollar resistencias a los productos químicos (7,8). Las investigaciones sugieren que la resistencia a los insecticidas afecta tanto a la efectividad de las intervenciones de control como a la posibilidad de erradicar al vector en áreas endémicas (5).

La Estrategia de Gestión Integrada, propuesta por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es un modelo para fortalecer los programas nacionales con el objetivo de reducir la morbimortalidad, la carga social y económica generada por los brotes de dengue, y ha incorporado a las vacunas como uno de sus componentes (9,10).

En la última década, los avances en la vacunación contra el dengue en Colombia se presenta como una de las estrategias más esperadas para reducir la carga de esta enfermedad viral, especialmente considerando la alta incidencia de casos reportados en los últimos años, aunque la vacunación contra el dengue es una herramienta esencial en la lucha contra la enfermedad, su implementación efectiva en Colombia requiere una serie de ajustes y consideraciones científicas y logísticas que aún están por resolver (Ministerio de Salud, 2025).

El desarrollo de vacunas contra el dengue ha progresado enormemente; así, un número importante de vacunas han iniciado ensayos clínicos de fase I, II y III (11). Sin embargo, actualmente, sólo están licenciadas dos vacunas tetravalentes vivas atenuadas contra el dengue, Dengvaxia® (CYD-TDV) y Qdenga® (TAK-003) (11). La introducción de la vacuna Qdenga (TAK-003) representa un avance prometedor en la

lucha contra el dengue. Esta vacuna ha demostrado ser eficaz en la prevención del dengue, incluso en personas que no han sido previamente infectadas, lo que ofrece la posibilidad de un enfoque de vacunación universal (13). Sin embargo, la implementación de esta vacuna enfrenta desafíos logísticos, especialmente en áreas rurales donde el acceso a los servicios de salud es limitado.

En primer lugar, la introducción de la vacuna Dengvaxia (CYD-TDV) en Colombia marcó un avance significativo en la lucha contra el dengue. Dengvaxia ha demostrado eficacia en individuos con antecedentes de infección por el virus del dengue, pero presenta un riesgo elevado de complicaciones graves si se administra a personas que no han sido previamente infectadas por el virus. Esto se debe a un fenómeno inmunológico conocido como enhancement, en el que la vacuna puede aumentar la gravedad de la enfermedad en individuos seronegativos (15).

En Colombia, donde una gran proporción de la población es susceptible al dengue, la estrategia de vacunar únicamente a quienes han tenido una infección previa resulta difícil de implementar y limitaría el alcance, por lo que surge la necesidad de una vacuna universal, que pueda ser aplicada a toda la población sin importar el historial previo de infección (16). La reciente autorización de la vacuna Qdenga (TAK-003) representa un avance crucial. Esta vacuna tetravalente, desarrollada por la farmacéutica Takeda, ha mostrado una eficacia del 80,2% en estudios clínicos realizados en América Latina y Asia, con una notable seguridad en individuos sin exposición previa al virus (17).

A diferencia de Dengvaxia, Qdenga ha demostrado ser segura y eficaz en personas que no han tenido una infección previa, lo que la convierte en una herramienta más útil para combatir la enfermedad en regiones endémicas como Colombia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó su uso en áreas endémicas a finales de 2023, lo que abre la posibilidad de una vacunación más amplia y accesible, especialmente en niños y personas vulnerables, quienes son los grupos más afectados (18).

El control vectorial, que incluye medidas como la eliminación de criaderos de mosquitos y la fumigación, sigue siendo un componente esencial en la prevención del dengue, sin embargo, la resistencia creciente de los mosquitos Aedes aegypti a los insecticidas tradicionales, como el piriproxifeno y el malatión, limita la efectividad de estas intervenciones. Estudios recientes han mostrado que la resistencia a insecticidas está en aumento en varias regiones de Colombia, lo que refuerza la necesidad de un enfoque más holístico que combine la vacunación con estrategias innovadoras y sostenibles para controlar la población de mosquitos (13).

Según estudios recientes, la combinación de diferentes métodos como el uso de biopesticidas, la liberación masiva de mosquitos genéticamente modificados y la mejora de las infraestructuras promete un enfoque más integral y sostenible para reducir la población del vector y, por ende, la transmisión del virus. Sin embargo, estos enfoques innovadores aún enfrentan grandes barreras técnicas y económicas, para que logren ser implementados en Colombia, lo que limita su implementación, se debe apostar a que estas nuevas herramientas sean puestas en práctica y logren los objetivos deseados en el país dada la gravedad en salud pública por dengue.

Además de la vacunación y el control vectorial, es fundamental fortalecer la educación y sensibilización de la población sobre las medidas preventivas. A pesar de los esfuerzos en este ámbito, la participación activa de las comunidades en la eliminación de criaderos y el uso de repelentes sigue siendo insuficiente. La educación comunitaria debe ser un proceso constante, enfocado no solo en la eliminación de criaderos, sino también en promover hábitos preventivos a largo plazo, que involucren a cada uno de los individuos y promueva el autocuidado. Las campañas educativas deben ser diseñadas de manera inclusiva, considerando las características socioculturales de cada región, para lograr un cambio real en las conductas preventivas (20).

La vigilancia epidemiológica y el monitoreo de casos son fundamentales para el éxito de las estrategias de vacunación. El sistema de vigilancia de dengue en Colombia, a través de SIVIGILA, ha sido una herramienta eficaz para rastrear y notificar brotes de manera temprana, por lo que también necesario optimizar la calidad y la cobertura de la vigilancia en zonas rurales, donde se sigue viendo un desbalance en cuento a reporte y notificación de cada uno de los casos, ya que se ha evidenciado que los sistemas de reporte son más débiles (21).

El impacto económico y social de esta enfermedad en el país es abismal, los costos directos e indirectos del dengue para los países endémicos son elevados, lo que justifica la inversión en programas de vacunación ( Organización Panamericana de la Salud). La vacuna Qdenga puede ser una excelente alternativa si se implementa correctamente, cuyo objetivo es reducir significativamente el número de casos graves y hospitalizaciones, lo que aliviaría la demanda en los sistemas de salud y reduciría los costos de atención en salud a largo plazo (22).

La participación activa de las comunidades, con el apoyo de las autoridades locales, es esencial para generar conciencia sobre los riesgos y las medidas que deben tomarse para controlar el dengue, acompañado con un plan de vacunación a lo largo de diferentes regiones, adicional con diversas prácticas como el autocuidado, es claro y fundamental que se requiere un enfoque multifacético que combine avances en vacunación, control vectorial innovador, y una educación comunitaria efectiva y sostenible por largo tiempo, con un compromiso integral a nivel gubernamental y de la sociedad en conjunto para garantizar una intervención efectiva y radical contra el dengue.

Escrito por la Doctora Laura Ayala Peña

Bibliografia

  1. World Health Organization (WHO). Dengue: Guidelines for Diagnosis, Treatment, Prevention and Control. Geneva: WHO; 2024.
  2. CastañoM,LópezP,RamírezD.EpidemiologíadeldengueenColombia:retos y perspectivas. Rev Salud Pública. 2023;45(3):210-221.
  3. Rodríguez P, López S, Martínez M. Tendencias en la incidencia de dengue en niños en Colombia, 2024. Pediatría Latinoamericana. 2024;11(3):56-63.
  4. PérezJ,GutiérrezA,HernándezR.Evaluacióndelaincidenciadedengueen Colombia, 2024. Biomedica. 2025;44(2):110-117.
  5. González L, Restrepo R, Arévalo M. Impacto del cambio climático en la transmisión del dengue en Colombia. Rev Colomb Salud Pública. 2023;35(2):124-130
  6. Martínez C, Ramírez L, Pérez S. Estrategias de control vectorial contra Aedes aegypti en Colombia: evaluación y recomendaciones. Salud Pública Mex. 2024;66(1):35-42.
  7. Gutiérrez R, González E, Hernández M. Resistencia a insecticidas en Aedes aegypti y su impacto en el control del dengue. Biomedica. 2023;44(3):104-111
  8. López S, González E, Restrepo G. Control biológico del mosquito Aedesaegypti: avances y retos. Ciencia y Tecnología en Salud. 2024;36(1):45-56.
  9. https://www.paho.org/es/temas/dengue/estrategia-gestion-integrada-para-prevencion-control-dengue
  10. Vidal G, y cols. Documento sobre el uso de vacunas para la prevención deldengue; desarrollado en conjunto por SADI y SLAMVI. Actual. Sida Infectol., Diciembre 2023 – Marzo 2024; 31 (113) Suplemento I: 1-24
  11. Jain S, et al. Dengue Vaccination: Towards a New Dawn of Curbing Dengue Infection. Immunol Invest. 2023 Nov;52(8):1096-1149.
  12. Jain S, et al. Dengue Vaccination: Towards a New Dawn of Curbing Dengue Infection. Immunol Invest. 2023 Nov;52(8):1096-1149.
  13. López S, Restrepo L, González M. Uso de tecnologías innovadoras en el control del dengue en Colombia. Rev Sci Technol Health. 2024;36(1):45-52.
  14. Hernández D, Gutiérrez M, Ramírez M. Estrategias de educación comunitaria para la prevención del dengue en zonas endémicas. Rev Epidemiol y Salud Comunitaria. 2024;17(4):124-132.
  15. Hadinegoro SR, Arima Y, Chotpitayasunondh T, et al. Efficacy and safety of Dengvaxia in the endemic setting. N Engl J Med. 2015;373(13):1195-1206.
  16. Zhang L, Xu J, Liu Y, et al. Global development of dengue vaccines: A review of clinical trials and regulatory challenges. Vaccines. 2023;11(2):268.
  17. Harris E, Weisser J, Rodríguez E, et al. Efficacy of Qdenga in preventing dengue fever: Results from clinical trials in Latin America and Asia. Lancet Infect Dis. 2023;23(8):1051-1060.
  18. World Health Organization. Dengue vaccine: WHO position paper. Wkly Epidemiol Rec. 2023;98(48):529-542.
  19. Rodríguez A, Gómez A, Muñoz M. Epidemiology of dengue in Colombia: 2024 report. J Infect Dis Epidemiol. 2024;1(4):215-222.
  20. Sánchez J, Ramírez S, Salazar A. Community education for dengue prevention in rural Colombia: A systematic review. BMC Public Health. 2023;23(1):190.
  21. Ceballos J, Gómez J, Martínez E. Strengthening epidemiological surveillance for dengue in rural Colombia: A pilot study. J Trop Med. 2022;2022:6320147.
  22. Rojas M, Pérez G, Hernández L. Economic impact of dengue in Colombia: An analysis of hospitalization costs. Revista Panamericana de Salud Pública. 2023;47:40.
  23. Hernández D, Gutiérrez M, Ramírez M. Estrategias de educación comunitaria para la prevención del dengue en zonas endémicas. Rev Epidemiol y Salud Comunitaria. 2024;17(4):124-132.

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