No es ningún secreto que en nuestro tiempo se ha vuelto fácil y accesible prevenir y tratar enfermedades infecciosas y parasitarias gracias al descubrimiento de las vacunas. A través de programas de vacunación masiva en todo el mundo, se salvan anualmente la vida de más de seis millones de personas. Infecciones tan mortales como la viruela, la rabia, la poliomielitis y la peste negra han dejado de cobrar la vida de la humanidad, ¡solo gracias a la vacunación universal!
Actualmente la incertidumbre que generan las nuevas vacunas que combaten el COVID -19 se ha desatado un gran debate probatorio sobre su eficacia, eficiencia, y confiabilidad. Muchas personas actualmente aún desconocen la confiabilidad de las vacunas provocando estigmatizaciones que impiden una mirada positiva hacia ellas.
La Asociación Colombiana De Inmunología (ACOI) lazó un informe sobre “las recomendaciones de la vacunación contra el COVID-19 en pacientes con enfermedades autoinmunes”, en líneas generales, este informe cuenta con las recomendaciones propuestas por inmunólogos y médicos especialistas en el tratamiento de enfermedades autoinmunes y reumatológicas sobre la veracidad que ha recaído en las jornadas de vacunación realizada en los últimos meses.

La ACOI (Asociación Colombiana de Inmunología) principalmente comenta que la vacuna se basa en tecnologías que han estado en desarrollo durante varias décadas, pero que nunca antes se había utilizado en ninguna vacuna aprobada. Su componente principal es una molécula de ARN mensajero, que contiene información sobre un antígeno, una proteína del virus SARS-CoV-2, que es el agente causante de COVID-19. Cuando esta molécula ingresa a la célula humana, esta proteína se sintetiza allí y nuestro cuerpo produce una respuesta inmune a ella. Estas vacunas se denominan vacunas de ARN.
Dentro de este escenario de incertidumbre, nos encontramos con otras consecuencias, por ejemplo, la percepción individual acerca de las vacunas y el COVID- 19 puede influir severamente sobre la decisión de vacunarse. A lo cual, la ACOI demuestra que según la información recopilada sobre las vacunas aplicadas hasta la fecha han mostrado ser seguras y excelentes. Luego de mas de 100 millones de dosis ninguna fatalidad atribuida a las vacunas se ha presentado hasta el momento.
Si bien los ensayos han demostrado que varias de las vacunas contra COVID-19 tienen altos niveles de eficacia, como todas las demás vacunas, las vacunas COVID-19 no serán 100% confiables debido a su temprana y rápida comercialización, sin embargo, esto no da evidencia que pueda ser mejor no vacunarse antes que si hacerlo.
Carlos Eduardo Pérez, médico Infectólogo, expresó que principalmente la vacunación contra el COVID – 19 tiene muchos retos, y lo primero es entender de qué se trata y cómo se mide la eficacia de cada una de las vacunas. Principalmente cuenta cómo las vacunas se miden en porcentajes, los cuales se derivan de los estudios clínicos en donde se presentan los resultados de la fase 3, lo que significan estos resultados es que en ese estudio, que es un mundo ideal, en donde viven los estudios controlados y todos los pacientes están siendo estrictamente monitorizados se encuentra que para el 60%, 70% y 80% de las personas fue efectiva la vacuna, sin embargo, eso no significa que el 20% o 30% de las personas les vaya a dar COVID – 19, al contrario, simplemente refleja el porcentaje de eficacia que se encontró en el estudio, lo cual es distinto a los estudios de efectividad.
Por otro lado, la efectividad se mide en estudios en el campo durante las vacunaciones masivas, es, en ese momento que se puede realmente evidenciar si el resultado obtenido en el estudio de efectividad se refleja en la población con un auge positivo; En general por eso es importante diferenciar eficacia de efectividad.
El Dr. Pérez, también ejemplificó que hasta la fecha, todos los estudios clínicos realizados han sido consistentes, de esta manera en ninguno de los casos hubo mortalidad relacionada con el código por la vacuna del COVID-19, eso a grandes rasgos quiere decir que su desenlace principal: “evitar la mortalidad”, se ha logrado con efectividad.
Otra pregunta que tuvo la oportunidad de compartir con nosotros el médico infectólogo, iba en relación con responder: ¿Son las vacunas para COVID -19 realmente seguras?
Para esto, distinguimos dos situaciones: Primero, las reacciones o eventos adversos a la vacuna, es decir, cuando se aplica un medicamento, el cual puede producir una reacción como un dolor en el sitio del pinchazo, lo cual genera malestar general, decaimiento o fiebre. Esto sucede porque hay una reacción natural del cuerpo que activa el sistema inmunológico el cual es estimulado por la vacuna, estas reacciones son esperadas en la aplicación de la vacuna de COVID-19, y de hecho, en las demás vacunas que se aplican durante la infancia y durante la vida adulta.
Segundo, un evento secundario quiere decir que se produce una enfermedad o un daño secundario por la vacuna y hasta ahora, no hay ninguna información que demuestre que suceda tal situación, es decir, que las vacunas no producen enfermedades o el mismo COVID-19 como erróneamente han llegado a pensar muchos cuidadanos.
En resumen, las vacunas para el coronavirus producen reacciones y eventos que son adversos los cuales pueden ir en la mayoría de las veces de reacciones leves hasta moderadas, y, en muy raras ocasiones algo severo, “hasta hoy las vacunas de SARS-CoV-2 son 100% efectivas para disminuir la probabilidad de fallecer por COVID -19, y ese es el elemento principal que necesitamos hoy para enfrentar la pandemia”, concluyó el Dr. Carlos Pérez.
Finalmente, podemos evidenciar que gracias al análisis presentado por el doctor y la Asociación Colombiana De Inmunología (ACOI), nos dan un nuevo panorama sobre la efectividad, eficacia y veracidad del COVID-19. Lo más importante ahora, es que juntos podamos lograr salir adelante, para así conseguir una mejor realidad de la que vivíamos antes; El coronavirus como pandemia ha generado una nueva perspectiva para los seres humanos, es por esto, que debemos confiar en las opiniones de expertos, para así frenar el escenario de incertidumbre y estigma frente las vacunas del SARS-CoV-2.