¿La vacuna de COVID será necesaria con nuevos refuerzos?

Es una pregunta que actualmente  agobia a muchos, pues el Covid marcó un antes y un después en la perspectiva de las personas. La pandemia permitió reconocer la importancia de la vacunación y autocuidado, sin embargo al día de hoy existen grandes interrogantes, post pandemia y sobre la nueva manera de protección ante este virus.

De acuerdo con el articulo “Are COVID-19 Vaccine Boosters Needed? The Science behind Boosters” (¿Se necesitan refuerzos de la vacuna contra COVID-19? La ciencia detrás de los refuerzos) publicado en febrero de 2022 (1), en un tiempo récord se han desarrollado múltiples de vacunas contra la COVID-19 que son seguras y eficaces. Sin embargo, como ocurre con la mayoría de las vacunas, la inmunidad disminuye, y esto, junto con la aparición de variantes del SARS-CoV-2, ha provocado un aumento de las infecciones emergentes. A su vez, se ha demostrado que las dosis de refuerzo son seguras y aumentan los niveles de anticuerpos neutralizantes específicos del SARS-CoV-2 que tienen reacción cruzada con las variantes de preocupación emergentes. Esto es especialmente importante para proteger a las personas mayores e inmunocomprometidas que corren el mayor riesgo de contraer una COVID-19 grave. De esta manera, las vacunas actuales brindan una protección altamente efectiva y sostenida contra las hospitalizaciones y muertes relacionadas con la COVID-19 en todos los grupos de edad. Sin embargo, alcanzar la inmunidad colectiva requiere una distribución y un acceso equitativos a las vacunas en todo el mundo.

Por otra parte, de acuerdo con la reciente publicación en Nature, del 27 de enero de 2023 (2), la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los EE. UU. ha propuesto el refuerzo anual de la vacuna contra el SARS-CoV-2 (agente etiológico de la COVID-19), tal como sucede con la vacuna contra la influenza, con el fin de impulsar una mejor aceptación por parte de la población frente a la vacunación. No obstante esta propuesta tiene opiniones divididas en el ámbito científico.

Los que están a favor argumentan que el plan ayudaría a simplificar el complejo programa de vacunación contra la COVID-19. Por su parte, los que aún no lo ven como una medida totalmente valida, pues se preguntan si poblaciones como los adultos sanos realmente se beneficiarían, y además cuestionan los datos que respaldan la actualización de la composición de la vacuna una vez al año, ya que el virus SARS-CoV-2 genera nuevas variantes a un ritmo diferente al del virus de la influenza.

Los expertos han respaldado, por unanimidad, el hecho de adoptar una única composición de vacunación (“univalente”) contra la COVID-19 para dosis primarias y de refuerzo. Actualmente, la aceptación de los refuerzos bivalentes ha sido baja (alrededor del 15 % de las personas elegibles han recibido una inyección de dos cepas). Algunos expertos dicen que eso se debe a que muchas personas han recibido una combinación de vacunas, lo que ha generado confusión sobre qué tipo de refuerzo deben recibir y cuándo.

Es importante recalcar que los refuerzos con vacunas bivalentes se dirigen tanto a la cepa SARS-CoV-2 “ancestral” que circulaba al comienzo de la pandemia como a una cepa Ómicron. Los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los EE. UU. muestran que los niños de 5 años o más que recibieron solo un refuerzo de una sola cepa tienen el doble de probabilidades de morir de COVID-19 que los que reciben un refuerzo bivalente. Sin embargo, cualquier refuerzo (“univalente” o bivalente) reduce las posibilidades generales de muerte por COVID-19.

Por otro lado, los científicos indican que hay pocos datos sobre la eficacia de las vacunas bivalentes cuando se administran como una serie primaria, y algunos estudios (3,4) han insinuado que incluir la cepa ancestral podría atenuar la eficacia de la vacuna contra Ómicron, debido a un fenómeno llamado “impronta inmunitaria”.

En mayo o junio de 2023 el panel de expertos se reunirá nuevamente para definir si se justifica un cambio de formulación en el esquema de vacunación, y si una vacuna actualizada debería incluir solo una cepa de SARS-CoV-2 o múltiples. Lo que parece ser un hecho es que en pacientes ancianos o con comorbilidades, un refuerzo es mejor que ningún refuerzo cuando se está en nuevas “oleadas” de transmisión.

Invitamos a nuestros lectores a seguir al tanto de los avances y las noticias correspondientes a este tema, que se informen igualmente en las plataformas gubernamentales y atiendan las indicaciones de nuestros profesionales de la salud.


Referencias

1. Burckhardt RM, et al. Are COVID-19 Vaccine Boosters Needed? The Science behind Boosters. J Virol. 2022.

2. Kozlov M. Should COVID vaccines be given yearly? Proposal divides US scientists. Nature. 2023.

3. Wang Q, et al. Antibody Response to Omicron BA.4-BA.5 Bivalent Booster. N Engl J Med. 2023.

4. Collier AY, et al. Immunogenicity of BA.5 Bivalent mRNA Vaccine Boosters. N Engl J Med. 2023.

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